Exposición

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La ceramista Rosana Rodríguez expone hasta el 13 de septiembre en la Fundación «Perlado Verdugo».

Rosana Rodríguez salvaguarda la tradición alfarera jadraqueña

Expone estos días una colección de piezas en la “Perlado Verdugo”

Heredó su afición por el barro y el torno de su padre, Pablo Rodríguez, uno de los últimos alfareros oriundos de la provincia. En su regazo torneó el barro por vez primera y le dio forma, siendo todavía una niña. Esa sensación, la de las manos manchadas de arcilla, armonizando la herramienta ruda y primaria con su habilidad para crear de la nada un objeto con la dosis precisa de utilidad y encanto, le cautivó.

Desde entonces, siempre deseó tener tiempo para dedicarle a la alfarería y ese momento ha llegado. Ahora, expone una colección de más de un centenar de piezas en la Fundación “Perlado Verdugo” que han realizado ellas y algunos de los que aprenden a manejar el barro siguiendo sus instrucciones. Es la primera de las muestras pero a buen seguro que no será la última porque Rosana Rodríguez está creando escuela alfarera en su tierra. 

Hace unos 20 años que Rosana Rodríguez retomó su contacto con la alfarería y pulió sus conocimientos en la Escuela de Folclore de la Diputación de Guadalajara, siguiendo los sabios consejos de Luis Larriba. Animada por sus amigos pasa muchas tardes de invierno transmitiendo su sabiduría artesana a niños y adultos. Lo hace, dice que por afición, porque la cerámica es un oficio artesano que lleva en la sangre y no se resigna a que se pierda.

Rosana trabaja el barro rojo y otros tipos como la terracota. Aplica técnicas sencillas como “apretón”, “a churros” y algunas piezas se retornean en torneta o se trabajan con planchas de barro como por ejemplo los ceniceros. Las piezas se moldean y luego se cuecen en horno. Además, algunas de las piezas que se muestran al público están bañadas con esmaltes y otras llevan engobes. Muchos de sus amigos y amigos de sus amigos e hijos de sus amigos, aficionados a la cerámica tradicional, le han animado para que transmita sus conocimientos. “Somos como una familia, nos juntamos, pasamos un buen rato, les enseño lo que sé y sobre todo les insisto en que la alfarería no conoce edad, pero con los niños juego con técnicas diferentes y acabados con temperas”, explica.

En la Fundación “Perlado Verdugo” pueden verse multitud de piezas diferentes, desde cajitas pasando por ceniceros, carruseles, botas, albarcas tradicionales, enseres caseros, jarrones y así un sin fin de objetos todos elaborados con barro y distintos acabados que muestra las posibilidades de la artesanía tradicional alfarera.

 Pero Rosana Rodríguez no ha querido que la exposición que lleva su nombre enseñe sólo las piezas que ella trabaja. Esta alfarera ha querido compartir con sus amigos, los que siguen sus consejos y están empezando a modelar de la nada pequeñas obras de arte, la muestra de la “Perlado Verdugo” que se completa con piezas que han realizado con ella Carmen Vilares, Mercedes Calvo, Cati Aguirre, Jorge Domínguez, Mª José Yagüe, Carmen Espinosa, Susana Rojo, Angelines Pascual, Juani Álvarez y los niños Ruslan, Blanca, Elías, Darío, Mónica, Silvia, Isaac, César, Paula, Alejandra y Alberto.

 

Septiembre 2012